En esta festividad del Día de Exaltación de la Figura del Cardenal, queremos proceder a un acto que lo que nos sugiere es , sobre todo, mucho cariño, que es eso, precisamente, lo que nos despierta la persona a la que va dirigido el homenaje . La persona es D. Mariano Carlón Maqueda, amigo del pueblo de Cisneros, como así nos lo ha demostrado en infinidad de ocasiones.
Mi relación con él desde la Alcaldía y Presidencia de la Fundación ha sido escasa debido a lo avanzado de su edad y al no desplazarse ya por entonces a nuestra localidad, pero si nos dio tiempo a mantener alguna que otra conversación telefónica y sacar los parentescos y familiares”. Me habla del recorrido mental que todas las noches hace por las calles de nuestro pueblo, de nuestro Cisneros, como a él le gustaba llamarle, y relata las experiencias vividas en él.
Nace en Gijón en un frío 19 de enero de 1910. Se traslada a Cisneros a la edad de cuatro años, donde vivirá hasta los nueve. Hasta los 22 años reside en Valladolid donde cursa el bachillerato y la Licenciatura de Medicina, cursando el doctorado en Madrid, especializándose en pulmón y corazón, donde conoce a intelectuales tales como Azorín y Valle-Inclán, siendo alumno de Gregorio Marañón con quien entabla amistad. Personajes que sin lugar a dudas contribuyen a su talante intelectual y humanista, interesado en el mundo de la cultura y las artes.
Ejerce como médico interno en el Sanatorio Antituberculoso de Sierra Espuña (Murcia), con estancia desde el año 1936 hasta 1944, a excepción de un año que acudirá al frente, no olvidemos que ya había comenzado la Guerra Civil, donde ejerce como Capitán Médico del ejército republicano.
Desde 1945 se instala en la ciudad de Pamplona, donde juega un papel importante y destacado en el campo de la medicina.
Tiene en su haber una larga trayectoria personal y profesional. Figura polifacética en la sociedad Navarra. Fue el primer presidente del Nuevo Ateneo Navarro por ser una persona que no generaba ningún rechazo social, como reconocen públicamente alguno de sus miembros. También fue Presidente del Colegio de Médicos de Navarra. Director del Sanatorio Antituberculoso de Navarra donde se le recuerda por su entrega total a sus enfermos durante medio siglo. Totalmente vocacional, se decanta por volcarse en sus enfermos contagiosos de tuberculosis a los que les dedica su tiempo y su sabiduría médica, esto unido a la exposición diaria de los antiguos Rayos X, provocaran su ceguera. Despertó siempre una veneración por parte de sus pacientes y familiares, acordándose en el tiempo de pacientes a los que había atendido e incluso de sus familiares.
Después de su muerte se recogen multitud de muestras de cariño y afecto de gente influyente de la sociedad Navarra, pero también de la gente de a pie, que hace declaraciones tales como ésta, que dice ”Gran médico de su especialidad y del alma”.
La música y la lectura fueron sus grandes pasiones, hasta que sus limitaciones se lo permitieron, aún así, seguía escuchando a través de grabaciones de la Once, la lectura de los Episodios Nacionales, entre otros.. Fue Presidente del Orfeón Pamplonés. Fue el impulsor del ANFAS y Vicepresidente de la Sociedad de Conciertos Santa Cecilia. Contaron con su apoyo, además, el Club Taurino y la Revista El Pregón, entre otros.
Recibe EL GALLICO DE ORO de Napardi en 1993, y siendo el nº tan elevado de personas que quieren acudir, unos 250 asistentes, tuvieron que trasladar el local habitual donde se celebra al Zacatín del Mercado. Este es un premio anual que consiste en la imposición de una insignia denominada Gallito de San Cernín y que se le impone a persona nacida o vinculada a Pamplona por su trabajo, dedicación y que destaque de manera sobresaliente en el campo de las artes, ciencias, deporte cultura o humanidades.
Fue nombrado palentino distinguido por la Diputación de Palencia.
Seguramente nos dejamos en el tintero muchos más reconocimientos a su vida personal y profesional.
Fue conversador de una lucidez sorprendente, perdiéndose en la conversación con sus recuerdos, con una sabiduría y con un sentido común admirables. Así es como le recuerdan todas aquellas personas con las que se fue encontrando a lo largo de sus 99 años. Todas aquellas Entidades en las que colaboró de alguna u otra manera, organizaron una serie de actos de Homenaje-Recuerdo a la Gran persona que fue nuestro querido D.Mariano.
Queremos unirnos, aunque de manera mucho más humilde, desde su querido Cisneros, en esta serie de actos a la persona que siempre tuvo en su pensamiento a su pueblo, conocedor de sus raíces, colaborador con todas actividades culturales promovidas desde el Ayuntamiento y desde la Fundación. Queremos rendir homenaje a uno de nuestros Patronos Fundadores, al amigo que quiso dar el pistoletazo de salida a nuestras Fiestas Patronales el año 1991 y con el comienzo del nuevo siglo, año 2000, a la persona culta y conocedora que nos animó a instalar en el municipio una Biblioteca, recomendándonos que se hiciera con sumo cuidado, orden y precaución, para que ese gasto no fuera baldío. Y sí, se inaguró una biblioteca municipal que lleva su nombre BIBLIOTECA MUNICIPAL MARIANO CARLON MAQUEDA y que ha día de hoy es visitada diariamente por niños, jóvenes y no tanto, que siguiendo ejemplos de personas ilustres habidas en nuestro pueblo, y entre las que sin lugar a dudas está nuestro homenajeado, quieren deslizarse por los sueños y fantasías que nos da la lectura y por la sabiduría que nos proporcionan los libros. Efectivamente el gasto no fue baldío.
También, en sus reflexiones nos invitaba a las relaciones con los demás hombres, en la comunicación con los demás, siendo como somos animales para vivir en sociedad. Ahí él encontró otra fuente de saber.
Fallece el 19 de enero de 2009, el día de su 99 cumpleaños, de forma inesperada mientras dormía. Seguro, que como relataba en su segundo pregón, palabras que resuenan en la memoria de muchos de los presentes, por que calaron fuerte y es algo que nos une a todos los Cisnerenses, independientemente de creencias, ideologías, edad y condición. Decía, (palabras textuales) que el día del jucio final, en el Valle de Josafat, en cuanto se reunan tres de Cisneros y den el grito “trico trico trin”, al cuarto de hora estarán todos los habitantes de aquí reunidos, y todos juntos, amparados por la Virgen del Castillo entrarán en el Reino Celstial para gozar de la vida eterna y reunirse de vez en cuando al grito de “ trico trico trin tran”. Casi damos por hecho que nuestro amigo respondió en ese cuarto de hora con el Tran como buen cisnerense que era. Además de reunirse con sus familiares y amigos conocidos a lo largo de sus 99 años, se encontró con sus vecinos de Cisneros.
Sirvan de homenaje estas palabras y esta proyección que está preparada con cariño y desde el corazón.
Agradecer a los familiares que se han desplazado hasta aquí para acompañarnos en este acto y a los que hacemos entrega de un obsequio que recuerda las labores del campo en la época que nuestro amigo transitaba y jugaba por las calles de Cisneros. En nombre de la Fundación que presido, del pueblo de Cisneros y de los Amigos de la Fundación, GRACIAS.